Nuestras joyas están chapadas en oro de calidad superior garantizando la máxima calidad y durabilidad de cada pieza.
El proceso que hemos desarrollado incluye la adición de una capa de paladio que evita que la joya se oxide y se ponga oscura como ocurre con la plata, a demás de blindarla y transformarla en una pieza hipoalergénica.
Nuestras piezas son chapadas en oro blanco (rodio) u oro amarillo de 18 quilates a través de un proceso llamado galvanoplastia que consiste en depositar capas finas de oro y/o rodio mediante electricidad.
Para cada pieza de nuestra colección definimos cuidadosamente la cantidad de oro ideal para garantizar la máxima calidad y durabilidad a la misma.